Establecimiento educacional católico de administración particular y con subvención estatal que entrega servicios educativos en los niveles de Enseñanza Parvularia, Básica y Media.
Aspiramos a ser una extensión del hogar en las etapas de niñez y adolescencia de nuestro estudiantado para forjar, en familia y hacia un futuro con fe, la construcción autónoma de su felicidad y la perseverancia como principal herramienta para alcanzar sus sueños de vida.
Es nuestra característica más representativa como familia. Intangible y, a la vez, presente en todas nuestras dimensiones siendo el eje para alcanzar la perseverancia establecida en nuestra visión. Se relaciona a las virtudes de fortaleza y templanza, que se traducen en la capacidad de actuar de forma ordenada y con planificación en función de un propósito mayor, evitando improvisar y sobrellevando los sacrificios y costos del camino a recorrer. “La disciplina permite que el camino correcto no sea necesariamente el más difícil”, Rene Castro, English Teacher.
Uno de nuestros pilares de formación integral. A través de los valores comunitarios, especialmente la solidaridad, el amor y el respeto al prójimo, se establecen y articulan nuestras diversas prácticas curriculares y extracurriculares para que el fin último de cada miembro de la Familia NAC sea ser buenas personas.
Constituye nuestra esencia como institución. No es alcanzar buenos resultados pedagógicos, sino una constante búsqueda de vanguardia para ser mejores a través del equilibrio entre la tradición y la innovación. Significa desterrar el mínimo como referente, atreverse a ir más allá, tal como nuestra águila que atraviesa montañas para llegar a su destino.
La excelencia es la motivación para ser más que nosotros mismos cada día.
Emana de la visión de nuestra fundadora hace más de 40 años: la aspiración a que nuestros estudiantes derriben las barreras sociales y amplíen sus expectativas, oportunidades y sueños de vida. Es una de las principales herramientas del siglo XXI, pues permite abrirnos puertas a un mundo cada vez más globalizado en que el inglés aparece como un segundo idioma y una lengua universal para acceder al conocimiento humano.
No se puede buscar los sueños de vida sin vivir bien. Y para vivir bien necesitamos varias herramientas que complementen nuestra formación integral. Aquí es donde aparece el deporte (recreativo y competitivo), la alimentación saludable y el autocuidado como ejes transversales y factores de protección de nuestro estilo de vida.
Somos más felices cuando cuidamos de nosotros mismos.
Implica la equidad de acceso a los recursos naturales entre la generación actual que vivimos en el Planeta y las próximas que vengan. Sólo podemos construir un futuro con fe cuando materializamos nuestros valores de solidaridad y respeto al prójimo de forma intergeneracional. Los seres humanos somos la única especie que en vez de adaptarnos a nuestro medio, lo modificamos para nuestro beneficio. Actuemos en conciencia.
Sembramos conciencia hoy en la niñez y la adolescencia de nuestros estudiantes para que sus sueños de vida se den en un mundo feliz.